lunes, mayo 14, 2007
posted by Roro at 11:50 a. m.


Infancia. Tiempo de inocencia y de experimentos. Hace poco conversaba con L sobre el gran quiebre de los 12 años. Sucede que a los 12 años hay un quiebre en nuestra existencia que nos marca para siempre. Caso mio, a los 12 me mostraron un disco de Metallica. resultado: metalero. A mi sobrina siempre le ha gustado la pintura, pero vio Piratas del caribe a los 12. NO, no quiere ser pirata, quiere ser actriz. Y se ha cambiado de curso y dejo botados los pinceles y los cambio por el escenario. Epoca bella de aventuras pequeñisimas pero muy trascendentales en el fragil universo del corazon infantil.

La pequeña de la foto es Paula. "la Pequeña" en latin. Creo que su destino se marco con las fotos del papa. Su destino no es ser doctora, como lo dice su diploma. Es ser modelo. Bailar hasta desmayar y siempre con el angulo preciso a la camara. Y su destino es ser siempre pequeña, infantil, disfrutar de las cosas pequeñas, minimos placeres de la vida, como bailar.

Yo no se bailar. Una piedra en el agua es mas movida que yo. Pero, entre ingenierias y planillas, sigo viendo monos. Sigo coleccionando cosas tontas. Sigo pensando que la gente es buena por definicion. Sigo siendo leal a mis amigos. Sigo comprandome juguetes, los que no me pudieron comprar cuando chico, sigo teniendo 12 años.


Baila, pali.....baila...por siempre, baila.....

(yo sigo viendo tele).